En busca de la mandarina perfecta...

Así decía una amiga,
 cada vez que andaba en busca de "eso" especial,


  que tenía más que ver con como lo  percibía,


que con el objeto en sí.


 Si gustan, las invito a recorrer conmigo.


Estén atentas, perderse es bastante fácil,


no sólo porque sus pasillos son laberínticos,


sino, porque es un mundo de tesoros


 para las que, como a mi, nos pierden las antigüedades.


Y...
por sobre todas las cosas,


 porque la idea, es encontrar eso, que  tenga ese toque particular,


cómo para que nos acompañe a casa.



 Si, como dicen:
"Un tesoro puede esconderse justo delante de nuestras narices"


No sea que se nos escape...


 Muchas gracias por la compañía, 

espero hayan disfrutado el paseo,

yo encontré "eso" que andaba buscando.

¿Ustedes?


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